Me he dado cuenta que la necesidad más frecuente cuando se inicia con un proceso de diseño de un espacio comercial es que la persona quiere que su clientes vuelvan, y que vuelvan a generar la recompra que tanto necesita el negocio para sobrevivir ¿te pasa lo mismo?
Ahorita podría compartirte tips de distribución de espacio o comportamientos predeterminados por las personas, pero para eso está el/la arquitecta que contrates para el espacio, más bien te voy a hablar de lo que va a amarrar toda la experiencia que construyas y que vos como dueño/a de la marca puede dominar.
Esto está muy ligado a la experiencia que logramos generar en una totalidad para nuestro público meta con la marca, y que se refleja en el espacio que construimos. Como anteriormente te he mencionado, queremos hacer pensar a nuestros consumidores que…
Diseñaste un espacio físico comercial no solo para venderles, sino que les estamos construyendo un espacio lleno de experiencias (experiencias de marca) que les ayuda a construir una marca fuerte en su cabeza.
Link al Blog: EXPERIENCIA DE MARCA, DEL ESPACIO DIGITAL AL FÍSICO.
¿Cómo logro esto en mi espacio?
Uno de los beneficios más grandes del espacio físico es que nos permite construir una experiencia completa para la persona a la que le queremos vender, por eso es tan importante que como primer paso, investiguemos qué le gusta, qué hace en su día a día, en general, cómo vamos a poder conectar con esa persona la marca y poder enamorarles con nuestro espacio, productos y demás.
Con esto ya definido y con una marca que enganche con las necesidades de este público entonces pasamos a reflejar estos valores de marca, identidad y personalidad en el espacio que estamos construyendo. Influyendo directamente en cómo reflejar sus preferencias y necesidad, generando una experiencia inmersiva, emocionante y optimizada; un espacio donde quieran volver, en resumen una experiencia de marca integral que enamore al cliente.
No podemos crear dispensadores de productos, tenemos que enamorar a las personas que ingresan a nuestro espacio, una experiencia que quieran repetir.
Empecemos a construir la historia de cómo entramos al espacio, tenemos que entender que la interacción con un cliente y el producto va a depender de la distribución, los objetos alrededor, los colores, la luz, los olores y texturas, aquí es donde entran todos los sentidos a crear esta experiencia inmersiva de la marca.
¡Juguemos con los 5 sentidos!
Hay elementos que no son perceptibles a primera impresión y que van a ser fundamentales para crear esta experiencia completa.
1. Imaginemos lo siguiente, vamos a percibir los 5 sentidos en dos escenarios diferentes: Entramos a una tienda y un punto de luz enfoca mi mirada en el producto estrella (vista) del mes, es un bolso especial para caminatas cortas, es ligero pero le caben muchísimas cosas. Alrededor tiene una gráfica que explica todos los beneficios que tiene (vista) y básicamente se vende solo, cuando me acerco veo que hay una muestra del producto disponible, la tomo (tacto) y confirmo su ligereza, Cuando entramos a la tienda se escuchaba música retadora (oído) que se relacionaba mucho al anuncio que se publicó en redes sociales (vista) y que al ver la gráfica del producto me dan ganas de salir al bosque a tener una aventura. Desde que entré a la tienda noté un olor (olfato) a bosque, no sé de dónde viene, pero esa frescura me traslada a los recuerdos que ya he tenido.
2. Entramos a un restaurante y un punto de luz enfoca mi mirada en las fotografías (vista) que tengo en el restaurante con la historia de las productoras que cosechan nuestros productos, están colocadas en una pared de color (vista) que me llama mucho la atención, se que en algún momento de la noche quiero ir a verlas, cuando me siento el mesero me sonríe y me atiende con la misma amabilidad que me respondieron el mensaje por RRSS, me siento en una silla de madera (tacto) muy cómoda, es la introducción para disfrutar la velada. Desde la mesa huelo las delicias (olfato) que está preparando el chef, el mantel está tejido a mano (tacto), le pregunté al mesero y me contó sobre las señoras que confeccionaron todos los uniformes, manteles y servilletas del restaurante, son de la misma zona de las productoras que mantienen la huerta del restaurante, la sala en la que me encuentro está llena de plantas (olfato, tacto, vista), y con sonidos (oído) de la naturaleza , aves, viento y agua que fueron grabados cerca de la huerta del restaurante, todo era la introducción a los platillos que esperábamos degustar (gusto) en la noche.
Aprovechemos la oportunidad del local físico
En resumen, sabemos que mantener un punto de venta tiene un costo elevado y muchas gestiones de por medio, es por eso que debemos sacarle el mayor provecho y generar esta experiencia de marca multisensorial y ver cada elemento como una oportunidad para enamorar a nuestros clientes, ofrecer lo que el comercio electrónico no puede hacer.
Estimular los sentidos nos ayudará a proyectar la marca y crear espacios donde las personas quieran volver y comprar, que tu local no sea solo un punto de contacto, sino que sea parte de la estrategia de marca con la que te proyectas al mercado.
